sábado, 29 de agosto de 2015

30-Agosto-2015

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Domingo 30 de Agosto del 2015






EDITORIAL

Pastor Rodolfo Bautista


SERIE : El Fundamento del Éxito en la Vida



Podríamos decir que una de las cosas que el ser humano debemos de lograr en la vida es la madurez, es decir, como la actitud que nos permite estar preparados para afrontar la vida con una clara consciencia de aquello que aporta a nuestra santificación. Esto incluye la toma de  decisiones, actitudes, prioridades y una conducta basada en valores y principios.

Para muchos la madurez la vamos adquiriendo por medio de los errores, algo hay de cierto, pero no es tan cierto, muchas personas no terminamos por aprender de los errores. Otros piensan que la madurez es un asunto de la edad, y también esta es una verdad a medias. 

Si bien es cierto que los errores y los años vividos ayudan a ser más maduros, lo que definitivamente nos ayuda a tener un nivel de espiritualidad que sea capaz de salir avante en medio de cualquier situación, es la Biblia. Sólo ella nos hace maduros que esto conlleva a estar preparados para las tareas que Dios tiene para nosotros. De tal manera que una verdad que se deriva de esto es que sólo valoraremos las bendiciones de Dios cuando la Palabra haya permeado toda nuestra vida.

Este último domingo que celebramos la bendición de tener la Biblia, que nos quede de tarea crecer como personas haciendo de ella el centro de nuestra vida. Que no pase un sólo día sin meditarla y sin dejar que Dios nos hable para ser cristianos conforme a su corazón.

Te invito a que le demos gracias a Dios por la bendición de su palabra.








SERIE : El Fundamento del Éxito en la Vida


Sermón: Principios Bíblicos para alcanzar la madurez

Texto: 2 Timoteo 3: 16.17


Introducción: Podríamos decir que una de las cosas que el ser humano debemos de lograr en la vida es la madurez, es decir, como la actitud que nos permite estar preparados para afrontar la vida con una clara consciencia de aquello que aporta a nuestra santificación. Esto incluye la toma de  decisiones, actitudes, prioridades y una conducta basada en valores y principios. ¿Cómo logramos esta madurez? Podríamos pensar que los errores, la edad y la preparación. Sin duda todo esto ayuda, pero sin duda, es el estudio de la Palabra lo que nos dará la madurez.

Veamos lo que nos enseña la palabra.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,  a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2ª Timoteo 3:16.17)

La madurez significa alcanzar una preparación para realizar tareas que Dios tiene para nosotros con el propósito de glorificar su nombre.

-Esta preparación es una preparación espiritual. “Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder. Para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen”  (1ª Corintios 2:4-6)
“Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.  Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1ª Corintios 2: 13.14)

-Esta preparación espiritual nos da la capacidad para discernir lo bueno y lo malo. No sólo hablamos de aquello que es malo por naturaleza y que de alguna manera todos tenemos cierta percepción, sino para discernir de aquello que parece bueno…. Pero es malo a los propósitos de Dios.  “Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”  (Hebreos 5:14)
“Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica” (1ª Corintios 10:23)

-El discernir el bien y el mal y optar por hacer el bien nos prepara para las cosas maravillosas que Dios tiene para nosotros. “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1ª Corintios 2:9) 

Las cosas materiales, los logros, los triunfos y los reconocimientos sólo se convierten en bendición cuando vienen de Dios. Sólo podemos aprovecharlas cuando la Biblia ha permeado nuestra vida. 

Es mi deseo como tu pastor que  tu vida vaya siempre de triunfo en triunfo y que la madurez que la Biblia nos da sea tu mejor herramienta para vivir a plenitud.



















Rodolfo Bautista
Armonía Familiar
Pastor






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