sábado, 8 de agosto de 2015

Boletín del 9 de Agosto del 2015

BIENVENIDOS

BOLETÍN INFORMATIVO

Domingo 9 de Agosto del 2015





EDITORIAL

Pastor Rodolfo Bautista

SERIE : El Fundamento del Éxito en la Vida


La Biblia nos enseña una verdad contundente: ¡El ser humano está separado de Dios! La raíz de todos nuestros problemas en nuestra relaciones y formas de vida provienen de esta separación del ser humano con Dios.


Por años el asunto de la relación con Dios ha sido un tema evadido e ignorado, sin embargo ahora se empieza a ver como un buen recurso para aliviar la crisis que hoy enfrentamos, aunque hay que tener cuidado porque como he mencionado en otras ocasiones hay muchas espiritualidades falsas que no hacen sino confundirnos.


Es mi intención el día de hoy llevarte a que lo primero que la Biblia nos invita a resolver es nuestra relación con Dios. No podemos empezar por otras áreas sencillamente porque no lo entenderíamos.


Si no has tenido un encuentro con Dios esta puede ser la oportunidad para que tu vida tenga un verdadero cambio. Si ya eres cristiano pero tal vez el descuido te ha llevado a alejarte de Él y como consecuencia el pecado te ha atrapado, también puede ser este el momento de un encuentro con Dios.


Cualquiera que sea tu estado espiritual deja que la Palabra hable a tu corazón y encuentres el camino correcto.


Dios te bendiga





SERMÓN DOMINICAL

Serie: El Fundamento del Éxito en la Vida

Sermón: La Biblia me muestra mi realidad con Dios

Texto: Romanos 3:11-13


Introducción: Muchos somos los que nos acercamos a la Biblia buscando soluciones mágicas a nuestros problemas. Otros más queremos encontrar justificación a nuestros actos. Y algunos más la tomamos  como una fuga a nuestras responsabilidades. Sin duda que la Biblia es un libro que da consuelo, dirección y fortaleza; pero antes que todo eso, la Biblia nos confronta en nuestra relación con Dios. De ahí parte todo. Con toda seguridad puedo decirte que si nuestra vida está alineada con Dios las demás áreas de nuestra vida se alinearán igualmente.


Por ello lo primero que la Biblia nos enseña es como debe ser nuestra relación con Dios.

1.- La Biblia dice que nuestra relación con Dios está rota. “No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios; todos se han desviado, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta, engañan de continuo con su lengua, veneno de serpientes hay en sus labios”  (Romanos 3: 11-13)

Esto significa que: Hemos tomado decisiones basadas en nuestro egoísmo. Hemos dejado de hacer lo que Dios tenía para nosotros. Y hemos retrasado la obra de Dios.

 

2.- La Biblia dice que hay solución ante este problema. El camino para acercarnos a Dios es Jesús. “Recordad que en ese tiempo estabais separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo” (Efesios 2:12.13)  Y Jesús implica dos dimensiones en nuestra vida: Como salvador de nuestra vida. Esto significa que mi relación con Dios no depende de mis obras, sino de la muerte de Jesús. Y la otra dimensión es la de Señor. Es decir reconocer en Jesús el dueño y soberano de mi vida. A Él le debo obediencia y adoración. “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9) Y esto tiene que ver con ser congruentes. Nadie podrá debatir lo que tú dices que hay en tu corazón, pero tus actos son una muestra de lo que verdaderamente hay en el. Pero a Dios no lo podemos engañar “No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará” (Gálatas 6:7)

3.- La Biblia nos dice la manera de corregir esta distancia con Dios. Una vez que hemos reconocido a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Sigue un camino que aquel que verdaderamente ha tenido un encuentro con Dios está dispuesto a seguirlo. El camino del perdón y el arrepentimiento

El perdón es algo más profundo que una frase tan simple como: “Me perdonas” por supuesto que esto no es trabajar el perdón.  El perdón tiene las siguientes dimensiones: 

  • Perdón a ti mismo. Cuando hacemos algo malo ante quien estamos atentando primeramente es contra uno mismo. Si no tengo esta consciencia entonces seguiré haciendo cosas malas.
  • Pedir perdón al que ofendiste…. hasta que esté restaurado el daño. Es decir ahora tu labor será restaurar la confianza, la credibilidad, el respeto, el amor etc., todo aquello que lastimaste.
  • Perdón a Dios. Sabemos que un pecado nos ha sido perdonando cuando ya no lo hacemos. La evidencia de que tu relación con Dios está restaurada, es cuando por su gracias has dejado ese pecado.

El arrepentimiento no es dolerme por lo que hice. No es sentir lástima por las personas que herí. No es sentirme incomodo por lo que paso. El arrepentimiento es asumir una conducta diferente. Es ya no cometer ese pecado.


Es mi deseo que antes de venir buscando en la Biblia sus promesas y el consuelo -que desde luego son enseñanzas que la misma Palabra nos muestra- revises  como está tu relación con Dios y si esta no está bien, hoy es el día del perdón y del arrepentimiento.

 

Dios te bendiga

















Rodolfo Bautista
Armonía Familiar
Pastor





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